lunes, 19 de diciembre de 2011

MARÍA GUDÍN: "REALMENTE LO QUE HACE AL HOMBRE ES EL CONJUNTO DE LAS CIENCIAS Y LAS LETRAS"








María Sánchez Cambronero


María Gudín es una escritora originaria de Oviedo que actualmente reside en Ciudad Real. Trabaja en el Hospital General, ya que es doctora en medicina y especialista en neurología. Ha escrito tres novelas que han tenido una buena acogida en el mercado literario de lengua castellana y latina. Hasta la fecha, sus libros conocidos son La reina sin nombre, Hijos de un rey godo y El astro nocturno.



Primero háblanos un poco de cómo te iniciaste en la escritura, qué te hizo empezar a escribir.
Yo leía muchísimo, pero muchísimo, de esconderme a leer todo el día. Entonces llega un momento en el que a partir de ese interés se te ocurren historias. Eso es lo que creo que me inició en la escritura. Luego también tuve una baja por un problema en la vista, y durante esa baja empecé a escribir más porque tenía tiempo. Primero escribí cuentos cortitos, relatos cortos, y después uno de los relatos cortos me duró 500 páginas. 

Háblanos de tus novelas, que hasta la fecha son tres. ¿Tienen algún punto y/o características en común?
Son novelas históricas de un tiempo pasado, son historias de amor, son historias de aventuras. Tienen un objeto común que es una copa. Son historias un poco idealistas, que tienen que ver poco con la realidad.

¿En qué periodo está desarrollado su contexto?
Del siglo V al siglo VIII. Cuando la época de la estancia de los godos, cuando Toledo era un reino.

¿Por qué los godos y celtas son el centro de la trama de tus novelas?
Los godos, yo me apellido Gudín, mirando papeles de la familia, antes era Godín, que es un godo pequeño. Así que decidí investigar e escribir sobre el paso de los godos por España. Los celtas, de siempre me han gustado. Han sido un pueblo con mucha espiritualidad, un poco lleno de magia, te puedes inventar cosas; por esas cosas en general.

¿Son historias fruto de la imaginación o están basadas y/o relatan hechos históricos?
Están basadas en hechos históricos reales, pero están muy novelados. Normalmente no ocurre así, y cuando te lo terminas de leer piensas que así no ocurrió, entonces vas a la enciclopedia y te lo miras bien. Entonces, al final de cada libro hay un capítulo que se llama "Ficción y realidad", en él pone lo que realmente ocurrió y lo que me he inventado. Pero la mayoría de los hechos sí ocurrieron tal y como vienen en el libro.

A la hora de trabajar en tus novelas, ¿qué tienes más en cuenta, la forma de narrar la historia cuidando la narrativa y el estilo literario, o que el argumento sea atrayente y rico en léxico de la época; o por el contrario tienes a ambos factores en la misma preferencia?
Procuro disfrutar las historias. Si me lo paso bien pienso que la gente se lo va a pasar bien. Luego, a mí me gusta todo lo que es el lenguaje, escribir bien, que haya un tema definido, usar palabras bonitas,… De hecho corrijo muchísimas veces, una novela la tengo que corregir veinte veces o más. Una amiga mía es profesora de literatura y me corrige las novelas, ya que una no es de literatura. Y además, después la editorial te lo corrige.


¿Cuánto tiempo dedicas, antes de escribir, a obtener información sobre el tema a tratar?
Yo voy leyendo cosas en relación a la época, varios libros que tengan que ver con la época histórica, y en muchos de los casos, mientras leo estos libros es cuando van surgiendo los personajes de mis novelas. Yo creo que van a la par, aunque primero haya una documentación histórica; pero, luego, cuando uno va escribiendo, tiene que retomar esa información para que lo que escribe no sea absurdo, para poder centrarse en lo que se escribe, que en mi caso ocurrió hace más de mil años.


Tras elegir tema central y ambiente, ¿dónde y cómo trabajas?, ¿tienes un lugar específico donde escribir? ¿Cuánto tiempo le dedicas a esta actividad?
La Reina sin nombre la escribí en mucho tiempo, trabajaba los sábados por la mañana o los domingos por la mañana, cuando tenía más tranquilidad. A veces por la noche, porque se me ocurrían cosas, entonces me levantaba y escribía. O cuando simplemente tengo tiempo, cuando tengo un hueco.

Tras la publicación de las tres novelas, ¿han sido bien acogidas por los lectores españoles?¿Tienes pensado sacar una cuarta novela? De ser así, ¿estás ya trabajando en ella?
Yo creo que sí, las dos primeras sí se han vendido bien, entre las dos han llegado a los 100.000 ejemplares, y la tercera, que acaba de salir, no sé cómo va en ventas. Luego me escribe mucha gente por internet preguntándome por mis novelas. No es super best-seller, pero se ha vendido bien. Ahora he cerrado la trilogía de los godos, y estoy en proceso de escribir una novela de piratas del siglo XVII, ya estoy documentándome, y los personajes ya están pensados un poco; pero como no tengo tiempo, ahí están los personajes persiguiéndome para que los escriba y salgan a la luz.

¿Te consideras una buena lectora? ¿Cuál es tu estilo novelístico preferido? Dentro de este estilo, ¿cuál sería tu escritor o escritora favoritos?
Sí, yo leo hasta perder el sentido. A mí me dejan con una biblioteca y un bocadillo, y es suficiente. Me gusta la novela histórica, la novela realista cuando está bien escrita, la novela psicológica, la de aventuras, la fantástica, me gusta todo. A mí me gusta mucho Tolkien, el de El señor de los anillos. Me gustan también mucho los rusos como Dostoievski, Tolstoi,... Me gusta también la novela española, tiene escritores muy buenos, sobre todo muchos autores del siglo XIX, contemporáneos, como Reverte, Jiménez Lozano, García Márquez,... se podría decir que no tengo favorito.

¿Piensas que, sobre todo a nivel novelístico, España cuenta con buenos lectores, aunque pueda darse el caso de que se trate de un grupo reducido?
España es un sitio en el que se publican muchísimos libros, además tenemos el mercado sudamericano, en el cual publican el doble. Además, ellos leen muchísimo. Pero en España la gente lee muy poco, podrían leer más. Los índices de mayor número de ventas se dan en los países sudamericanos como Venezuela, Argentina, Chile, México...

¿Son exigentes los lectores españoles con los escritores a la hora de calidad literaria?
Ahora mismo hay muchos blogs, y se tiene en cuenta que lo que tú cuentas no te lo estés inventando, y eso se ve enseguida sobre todo en los blogs de novela histórica. Además, después la gente compra muchísimos libros que tienen una baja calidad. Eso da a entender que la gente tampoco es muy exigente. Hay libros que se han vendido muchísimos ejemplares y, si te paras a pensarlo, ese libro no era bueno porque no estaba bien escrito.

¿Qué crees, que este grupo está centrado en algo en concreto o existe  mucha variedad de gustos y opiniones?
Lo que triunfa y vende mucho es lo que llamamos novela de género. La novela literaria, la novela realista, la novela psicológica, suelen vender relativamente poco, gustan más los géneros. Los géneros son el thriller, la policiaca, la fantástica, la histórica y la romántica. Lo más difícil es escribir una novela realista, pero también es la más difícil de publicar. En cambio, la novela histórica se vende bien porque hay un público que está especialmente dedicado a la novela histórica. Este tipo de público lee mucho ese tipo de novela.

¿Cómo crees que evolucionará el número de lectores dentro de unos años?
Ahora el problema que tenemos de verdad es que avanza el e-book o libro electrónico. Eso es imparable, cada persona tiene su aparatito y es una maravilla porque ahí puedes llevar todo los libros que quieras. Esto supone un cambio en el mundo literario brutal, puedes llevar muchísimos libros y con el pirateo se puede hundir. Hundirse las editoriales como se hundieron las discográficas cuando empezaron los pirateos. Así que ya sabemos cómo va a ser el futuro, la gente va a leer a través de un libro electrónico, por supuesto.

Como se va a aumentar el uso de e-book, no deja de ser la situación de leer frente a una pantalla. ¿No se puede dar a la larga problemas en la vista o problemas de salud?
El libro electrónico no es como un ordenador, no emite radiaciones. Es bastante cómodo, pudiendo llevar diez libros en el bolso. Además no habría riesgo para la vista porque la letra se puede agrandar todo lo que tú quieras. Yo me estoy pensando en cogerme uno. Lo puedes agrandar, cambiar la letra que tú quieras, además no pesa. El papel quedará para libros de regalo o para colecciones.

Además de tus éxitos literarios, eres doctora en medicina y especialista en neurología. Cuéntanos en general acerca de tu profesión. ¿Dónde te licenciaste, qué sistema había entonces...? ¿Por qué elegiste esta carrera que, aunque larga y sacrificada, es muy cautivadora?
Yo estudié medicina porque me gusta ayudar a los demás, es el motivo fundamental. La biología no me gusta demasiado, me gusta la literatura, yo hubiese sido de letras. Pero cogí ciencias por medicina, porque me gustaba esa carrera profesional. La medicina es muy agradecida pero a la vez también es muy dura, porque suele haber enfermos graves con enfermedades graves que no se pueden solucionar. Yo hice la carrera en la Universidad Complutense, en mi época era estudiar, estudiar y estudiar. Escogí neurología porque es una unión entre el alma y el cuerpo, tener la curiosidad y querer investigar qué ocurría ahí. Es una especialidad muy dura porque hay mucha gente a la que no curamos, debido a enfermedades como el Parkinson, que son muy graves, y no podemos hacer mucho por ellos.

Viendo tus novelas y a la vez esta gran carrera, ¿cómo compaginas ambos mundos, el de las letras y las ciencias?
Bueno, este es el caso del médico literario. Ha habido muchos escritores que han sido médicos, sobre todo escritores contemporáneos, como Michael Crichton, el de Parque Jurásico; luego, Pío Baroja, entre otros, eran médicos. La medicina y la escritura están muy relacionadas, ya que en la medicina tienes mucho que escribir, las historias clínicas acaban siendo novelas; con que desarrolles un poco una historia clínica puedes sacar una novela. De hecho, en mis novelas hay personajes que yo veo en las consultas; por ejemplo, uno de mis personajes, que era un niño con retraso mental, es calcado a uno de mis pacientes de las consultas. La medicina realmente es una carrera muy memorística, todo datos que memorizar, pero luego con el paciente es diferente, tienes que analizar mucho la psicología de las personas para enfrentarte con un paciente, y eso te ayuda luego a la hora de escribir y cómo describir un personaje. La gente de ciencias tiene una mente que no es simplemente de ciencias, hay gente que a la vez les gusta mucho las letras, pero hoy en día tienen más prestigio las ciencias, ya que tienen más salidas que si estudias historia o lingüística.

¿Crees que la unión de estas dos dimensiones del conocimiento puedan ser perfectamente compatibles al contrario de lo que piensan muchos estudiantes de hoy en día?
Antiguamente la gente tenía una mentalidad muy enciclopédica, lo estudiaban todo, como muchos griegos, o como renacentistas como Leonardo Da Vinci, que dominaba todos los campos. Pero ahora el conocimiento es tan extenso que te tienes que especializar en la genética de la mosca, por ejemplo. Pero realmente lo que hace al hombre es el conjunto de las ciencias y las letras, conocer tu país, tu cultura, conocer geografía; saber todo eso, además de llevar tu profesión dentro. Lo que no se puede es ser una especie de retrasado mental que solo sabe de su especialidad y de nada más.

Según tu opinión, ¿por qué crees que se tiende tanto a pensar que hay tanta diferencia entre ambos casos? Porque si nos paramos a pensar detenidamente los descubrimientos científicos sin la historia y sin historiadores que hablan y recopilen a estos científicos, estos realmente pasados diez años no hubiesen sido relativamente olvidados, al igual que si las personas hace miles de años atrás no se hubiesen parado a experimentar hechos visibles y no visibles como los fenómenos naturales y las dimensiones del ser humano en su totalidad, muchos movimientos y pensamientos filosóficos no hubiesen surgido.
Porque hay opiniones separadas. Están separadas, las materias son distintas. Lo que sí es nuevo es que la gente de ciencias coja asignaturas de letras y viceversa, porque se intenta que la escuela sea una unidad de formación, una formación de estudiantes que sepan un poco de todo, que busquen la verdad en todos los campos posibles.

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