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viernes, 5 de abril de 2013

DAVID SÁNCHEZ ROMERO DE ÁVILA, EXALUMNO DEL INSTITUTO Y EXDIRECTOR DE 'RED@CCIÓN': "MI PRINCIPAL AMBICIÓN ES SER UNA BUENA PERSONA"



Por Eugenio Romero Ciudad


Eugenio Romero.- ¿Cómo fueron tus primeros años en el instituto?
David Sánchez Romero de Ávila.- Primero de la ESO fue un curso… bastante malo. Llegué a Miguelturra desde un colegio de Ciudad Real, el Carlos Eraña. No conocía a nadie y me fue difícil adaptarme al principio, además tuve problemas con ciertos alumnos. Creo que muchos de los que hayáis llegado al instituto y estéis cursando primero de la ESO podréis comprender lo que quiero decir. La sociedad trata de imponerse sobre quienes “son diferentes”, y en el instituto, esa presión social entre los alumnos se puede volver dramática. Pero eso sólo lo sufrí el primer curso y tampoco fue dramática, hay quien sí lo pasa mal y sufre verdadero acoso escolar. No considero que mi caso llegara a tanto. Supe ser fiel a mis principios y mis valores y superar esa presión. Además tuve muchísima suerte porque, sobre todo a partir del segundo curso, pude encontrar a un grupo de personas con las que me sentía bien (querido y valorado) y que ahora son grandísimos amigos míos y con los que además compartía y comparto esos principios y valores. La época del instituto, que media entre los 12 y los 18 años, es apasionante y peligrosa. Apasionante porque sucede el despertar de tu conciencia que te permite ver más allá y descubrir el mundo y a las personas que lo habitan. Peligrosa porque esa presión social puede destruir la personalidad de una persona y convertirlo más en un estereotipo que en un individuo con conciencia y capacidad crítica. Os animo a que venzáis esa presión y no dejar que vuestros valores y principios morales caigan bajo la presión de la sociedad consumista, de la cultura de la imagen, de la superficialidad, de la competitividad y la rivalidad. 

E.- ¿Cómo era tu relación con los profesores? 
D.- Cambiante según los cursos y los profesores, pero en general muy buena. He tenido suerte de encontrarme buenos docentes en mi paso por el instituto, y con la mayoría ahora mantengo una relación amistosa. He tenido, como todos, “buenos y malos docentes”, pero muchos más “buenos” que “malos”. Considero “buenos docentes” a aquellos que estimulan la creatividad y la participación de los alumnos en lugar de relegarlos a ser simples máquinas de tragar y vomitar información a cambio de una calificación numérica que, en teoría, representa lo que hemos aprendido los alumnos. En este sentido, eran muy estimulantes los análisis de películas que nos enseñaron a hacer en 4º de la ESO en clase de música, las clases de filosofía en 1º de Bachillerato y actividades no académicas como participar en la elaboración de la revista Red@cción y otras muchas que han sido posibles gracias a la colaboración de profesores y alumnos, además de otros buenos ejemplos académicos. De un modo u otro, las asignaturas eran bien recibidas y resultaban estimulantes cuando el profesor no trataba que únicamente memorizaras la materia para hacer el examen y despedirte después de ella y del profesor como si de un trámite se tratara, sino que, en la medida de lo posible, ese “buen docente” pretendía que te llegara a interesar e incluso a apasionarte. Sin embargo, en el sistema educativo actual esto se hace muy complicado. Es un “quiero y no puedo o no sé cómo”, especialmente en 2º de Bachillerato (y más en estos tiempos recortados) con la inútil e injusta selectividad a final de curso que provoca que buenos profesionales de la educación no puedan trabajar libremente porque se deben a esa prueba intimidatoria. Debe de ser muy frustrante para quienes sienten la educación como una pasión y como una actividad fundamental para formar ciudadanos en una democracia. Sobre los “malos profesores”, fieles al sistema educativo que mata la creatividad en el alumno y su natural pasión por el conocimiento, no me extenderé demasiado. Ellos mismos son evaluados cada día en la percepción que tienen los alumnos de su trabajo y en muchos casos de su arrogante personalidad. Que elijan bajo su conciencia profesional y personal si quieren formar futuros ciudadanos con espíritu crítico o simples consumidores constantemente insatisfechos. Que elijan si quieren ser fieles al sistema educativo actual o ser verdaderos profesionales de la educación. He de decir también que he mejorado positivamente mi opinión sobre ciertos profesores que consideraba “malos profesionales” cuando me impartían clase, y ahora, con el paso del tiempo, he visto que sí consiguieron enseñarme algo, aunque en ese momento no lo viera. El tiempo te ayuda a ver las cosas con otra perspectiva. De todas formas, hay que ser justos y recordar a los alumnos y a sus padres y madres que, para que esto funcione, es necesaria una actitud participativa de todos: profesionales de la educación, estudiantes y padres y madres. He visto cómo muchos compañeros también se lo ponían muy difícil a los profesores. Estamos acostumbrados a que todo nos lo resuelvan otros. Eso se fomenta día a día en la sociedad consumista, en la actual democracia representativa y en el actual sistema educativo. 

E.- ¿Qué te incitó a entrar en el mundo del periodismo? 
D.- Principalmente la influencia de tres personas: Domingo López, Tere Rodado y Julio Ángel Corral, además de la de mis padres, aunque indirectamente. Digo indirectamente porque desde siempre en casa teníamos puesta la radio. Mis padres siempre han sido fieles a las ondas, por lo tanto, la radio siempre solía estar sonando en casa, aunque desgraciadamente perdía en muchas ocasiones con la telepantalla (televisión en lenguaje de Orwell). Sin embargo, mi primer contacto con el mundo del periodismo, no como oyente, espectador o lector, sino de forma más activa, fue gracias a la revista Red@cción. Cursaba segundo de la ESO y vi por los pasillos del instituto carteles que decían que se buscaban alumnos para formar parte de la revista del centro. Quise ir para ver qué era aquello y poco a poco me gustó lo que hacíamos. Entendía que tenía sentido ese trabajo. Aprendíamos a mirar nuestro entorno más cercano con otros ojos al tener que explicárselo a los demás. Y me parecía hermosa la idea de crear un periódico escrito por nosotros mismos, y sacarlo adelante nosotros mismos. Escribir artículos, salir a la calle a buscar patrocinadores, vender los ejemplares también en la calle… Tenía un toque de romanticismo. Me gustaba. Pero cuando conocí a Tere Rodado y a Julio Ángel Corral en el Taller de Radio en Radio Miguelturra empecé a comprender el papel que juegan los medios de comunicación en nuestra sociedad, y sus caras luminosas y oscuras. La radio me enganchó definitivamente, y los consejos y enseñanzas de estos grandísimos locutores, así como el trabajo que hacía Domingo con nosotros, el cual valoro ahora mucho más que cuando lo estaba viviendo, me alentaron muchísimo para querer dedicarme al periodismo. Fui afortunado y estoy agradecido, al haber estado en esas pequeñas, humildes y valiosísimas escuelas de periodismo en Miguelturra: La Revista Red@cción y el Taller de Radio en Radio Miguelturra. 

E.- ¿Podrías contarnos alguna de tus ambiciones? 
D.- ¿Ambiciones? ¿A qué te refieres exactamente? Estamos acostumbrados a hablar de dinero y poder cuando nos referimos a las ambiciones. Si te refieres a algún objetivo que quiero alcanzar en mi vida, ese objetivo es intentar ser una buena persona día a día. Tener la conciencia tranquila. Intentar desperdiciar el mínimo tiempo posible. No tenemos tiempo para desperdiciarlo en asuntos vacíos y superficiales. Rectificar cuando me equivoque. Aprender del pasado. Mirar al futuro. Sonreír a la vida, como dice una amiga mía. Y sobre todo, no traicionar jamás esto que estoy diciendo, porque sería como traicionarme a mí mismo y a la gente a la que quiero. Sería dejar de ser yo. Esa es mi principal “ambición”: SER UNA BUENA PERSONA. 

E.- ¿Qué tipo de prensa te gusta más: escrita, radiofónica o televisiva? 
D.- Sin duda, la radiofónica, porque es mágica. ¡Que se lo digan a Julio Ángel Corral y sus más de 15 años conduciendo El Tren en Radio Miguelturra! La radio tiene ese algo especial… Sin embargo, todos los tipos de prensa tienen su parte de romanticismo. ¡Hasta la televisión! (Risas). Creo que no importa tanto el medio de comunicación que consumamos o utilicemos, sino el uso que hagamos de él, tanto los que trabajamos en ellos como los espectadores. Ni los profesionales de periodismo deben usar la retórica del lenguaje para confundir a los espectadores ni los espectadores dejarse engañar. 

E.- Partiendo de la pregunta anterior, ¿en qué diario/emisora/canal de televisión te gustaría trabajar? 
D.- En uno que no sea mezquino y engañe y taladre a la audiencia con un discurso que trate de confundir e idiotizar a los ciudadanos convirtiéndolos en simples consumidores. Eso lo he dicho antes hablando del sistema educativo. De ahí la corresponsabilidad de los profesionales de la educación y el periodismo en formar una sociedad verdaderamente democrática. 

E.- Refiriéndonos a un tema un poco mas político, ¿cómo calificarías las reformas en sanidad y educación? ¿Habrías realizado tú los recortes en esos ámbitos?
D.- ¡Por supuesto que no! ¡Como si los ciudadanos tuviéramos la culpa de la crisis circular causada por la avaricia del propio sistema capitalista! Estoy aprendiendo mucho sobre las causas de la crisis en clase, en la Facultad de Periodismo de Cuenca. Pero también al escuchar a los colectivos que se manifiestan en las calles, y leyendo artículos en Attac.es, y en blogs especializados como No le digas a mi madre que trabajo en la bolsa (Francisco Álvarez Molina). Todavía no me siento en condiciones de dar una explicación lo suficientemente razonada y sólida de por qué la crisis es una estafa (aunque Ada Colau lo explicó muy clarito en su comparecencia el pasado 5 de febrero en el Congreso de los Diputados) y por qué no se deberían haber hecho los recortes en Sanidad y en Educación. Necesito saber mucho más para comprenderlo y explicarlo. Vuelve a formularme esta pregunta dentro de un tiempo e intentaré contestarla mejor después de haber sabido más.

E.- En tu blog La Cueva del Río y en tu programa en G-Radio, ¿cuáles son los temas que sueles tratar? ¿Sueles realizar encuestas y debates en tu blog? 
D.- En La cueva del río solemos hablar de música, filosofía, cine, teatro… es decir, temas culturales, divulgación cultural y científica (esta última de la mano de Pedro Pradillo). Aunque reconozco que en los últimos meses estamos tratando muchos temas sociales. Salimos a las manifestaciones a hablar con la gente que va a ellas, hemos tratado el consumo ecológico de alimentos y los beneficios de la agricultura ecológica. También hemos hablado del injusto e interesado drama que viven los ciudadanos desterrados del Sahara Occidental… Si te soy sincero, el blog se va construyendo a sí mismo cada día, pero creo que vamos hacia un camino que se encuentra entre la divulgación cultural y la denuncia de problemas sociales y medioambientales, especialmente desde que Lorena López, estudiante de trabajo social en la UCLM, se unió a compartir sus artículos en La cueva. También tenemos un enfoque local, pero con pensamiento local, siguiendo ese principio que nos comentaba un chico en un reportaje que hicimos sobre el 15M en Ciudad Real. Sobre las encuestas y debates, La cueva la concibo como un lugar donde compartir ideas y conocimientos, por lo tanto creo que la participación de los ciudadanos en los medios de comunicación es muy importante para lograr explicar la realidad lo mejor posible. Por ello, estamos continuamente pidiendo la participación de los internautas (ciudadanos como bien apunta Álex de la Iglesia). Tenemos una sección mensual a la que llamamos Monstruos de… en la que cada mes preguntamos sobre aquellos seres y obras imprescindibles en algún aspecto. Por ejemplo, en el pasado mes de febrero estuvimos preguntando sobre monstruos de la novela, y los internautas nos recomendaban autores y obras que les resultaban especiales y merecían la categoría de "monstruo". Lo que más me gusta de esto es lo que aprendes de los demás. Por ejemplo, cuando preguntamos sobre monstruos clásicos, recuerdo que un chico le agradeció a otra persona que comentase por cierto autor que no conocía (Heitor Villa Lobos). Es la mayor recompensa que puedo llevarme. Veo que La cueva, e Internet a gran escala, sirven al menos para ese sano intercambio de ideas y conocimientos en el que ganamos todos.

E.- ¿Qué le dirías a alguien que quiere estudiar periodismo? 
D.- Que tenga claro que quiere dedicarse a esta profesión para ejercer un servicio ciudadano. El periodismo nunca debe ser un medio para conseguir fines lucrativos o políticos, ni mucho menos para conseguir fama en el escaparate mediático. El periodista se debe a los ciudadanos, y no al poder o al medio en el que trabaje. 

E.- Para que los lectores te conozcan mejor me gustaría realizarte una serie de preguntas cortas: 

Una canción que te guste. "Wish you where here", de Pink Floyd.

Un instrumento musical. Por supuesto, la guitarra. Pero mencionaré uno bellísimo: El chelo.

Un poeta o escritor. Miguel Hernández, por su poema "18 de julio de 1936", 18 de julio de 1938, Bécquer por su rima IV, y George Orwell y su magnífica e imprescindible obra 1984 que, además, viene al hilo de lo que hablábamos en la primera pregunta. La recomiendo a todo el que no la haya leído, pero especialmente a los alumnos de primero de la ESO. Y no me puedo dejar El Principito, de Antoine de Sant-Exupéry

Un momento especial en tu vida dentro o fuera del instituto. ¿Sólo uno? ¡Es increíblemente difícil quedarse con uno sólo! ¡No puedo! Ahora me viene desde el corazón a la cabeza un 9 de noviembre. Pero también un 6 de octubre y por supuesto un 13 de enero y dos 18s de mayo. Dentro del instituto, los "Diciembres de poesía". Me arrepiento de no participar en el último en el que tuve oportunidad. Valorad, compañeros, el esfuerzo que supone que dentro de un instituto, y sobre todo en los tiempos de recortes que vivimos, que haya personas (alumnos y profesores) que quieran acercaros a la poesía y al arte sin haceros tragar y vomitar autores y obras como se suele hacer en las clases de lengua. Una forma fantástica de reivindicar el arte y la poesía por encima del inadecuado sistema educativo actual.

Una entrevista “especial” que hayas realizado en RED@CCIÓN. Eugenio, me lo pones muy difícil, para ser breve en estas preguntas tan profundas (risas). No puedo escoger sólo una. Fue muy especial la que hicimos Héctor Bermúdez y servidor con Jesús Cifuentes, vocalista de Celtas Cortos. Fue la primera entrevista de mi vida. Pero la que también recuerdo con mucho cariño fue la de Carles Francino, por las circunstancias que la acompañaban y por lo que suponía que nuestro medio de comunicación entrevistarse a un periodista de tanto prestigio. Creo que esa entrevista también me predispuso muchísimo para querer estudiar periodismo.


También nos gustaría saber si este verano (o antes) vas a realizar tu programa de radio en directo como en otras ocasiones hemos visto. De hecho, ya lo estoy preparando. Aprovecho para anunciar que en julio de 2013 La cueva del río vuelve a su formato radiofónico, y lo hará con una programación regular durante el mes de julio. Habrá también retransmisiones en directo desde varias ciudades de la provincia de Ciudad Real. De momento sólo puedo decir esto. Iremos dando más detalles en el blog lacuevadelrio.blogspot.com 
Gracias Eugenio y a todo el equipo de la Revista Redacción por volver a permitirme entrar en sus páginas. Enhorabuena por vuestra importante labor. No la abandonéis.