(Fotografía de Luz Olmeda)
María Dueñas (Puertollano, Ciudad Real, 1964) acaba de presentar su segunda novela, Misión Olvido, una novela que, precedida por el gran éxito de la primera, El tiempo entre costuras, pero distinta a ella en todos los sentidos, ha sido acogida por los lectores con entusiasmo. Como ella misma afirma en la contraportada de la sobrecubierta de su nuevo libro, vuelve a llamar a la puerta de esos lectores "con la historia y la voz de una mujer", en este caso Blanca Perea, una mujer que no considera su alter ego pero que sí mantiene con ella algunas coincidencias, aunque la profesora real, María Dueñas, haya tenido que abandonar su carrera docente, en la que está en excedencia, y se haya puesto a promocionar sus libros ante público y periodistas, tarea en la que se la ve a gusto y comprometida, como lo manifestó en la librería Birdy de Ciudad Real, lugar en la que realizamos esta entrevista para El País de los Estudiantes.
María y Karen.- Eres doctora en filología inglesa, y ejerces de profesora de filología inglesa en la universidad aunque actualmente estés en excedencia. El haberte convertido en una de las escritoras más importantes de nuestro país, líder en ventas, habrá supuesto un cierto cambio, por tanto. ¿Cómo este hecho ha creado un pequeño cambio en tu vida, en el caso de que lo haya, y a qué niveles?
María Dueñas.- Se trata de un cambio básicamente profesional. Llevo dos años fuera de las aulas y alejada de la investigación, dedicada a escribir y a acompañar a mis novelas en su promoción ante lectores y medios. Ello me obliga a viajar mucho más, a acudir a encuentros de todo tipo y a tener una proyección pública que antes no tenía. Y, en líneas generales, todo eso es muy grato, porque en todas partes te reciben con un enorme aprecio y cordialidad. No obstante, mi vida personal es prácticamente la de siempre: de puertas hacia adentro nada ha cambiado demasiado.
M. y K.- Muchos escritores se recrean en sus personajes, normalmente en el protagonista, dando lugar a que el público los conozcamos más profundamente y así podamos invadir su mente y su vida durante la lectura. ¿Has utilizado a alguno de tus personajes como espejo de tu propia persona o basándote en algún hecho importante de tu vida?
M. D.- No, pero es cierto que tengo algunas coincidencias con Blanca Perea, la protagonista de mi segunda novela, Misión Olvido: las dos somos mujeres de nuestro tiempo, compartimos profesión, ambas tenemos dos hijos… Pero ahí acaba todo, Blanca no es mi alter ego aunque sí alguien que pertenece a mi mundo con quien he establecido una gran complicidad.
M. y K.- Sabemos que un libro nunca está escrito del todo, ¿te ha sucedido alguna vez la situación de que un libro tomase su propio rumbo dejando atrás lo que tenías ya previsto, dejándote llevar por el momento y que el ingenio del libro hable a medida que la trama va avanzando, o siempre sigues lo que ya tenías previsto con anterioridad?
M. D.- Suelo planificar mucho mi escritura, en general dejo pocas cosas al azar o a la espera de que me llegue la inspiración mientras escribo. Pero sí es cierto que, a medida que avanzas en la narración, se van abriendo opciones inesperadas: nuevos caminos para los personajes, subtramas paralelas, escenarios inesperados… Y yo suelo concederme un margen de flexibilidad y a veces me dejo llevar por todo esto que inicialmente no entraba en mis planes.
M. y K.- Dentro de poco se estrenará una serie en Antena 3 sobre tu primera novela, El tiempo entre costuras. ¿Qué piensas de que tu novela se convierta en una serie de televisión? De todas maneras, ¿no te da miedo que la serie, como suele ocurrir, por ejemplo con la novela de Pérez-Reverte, empeore tu novela?
M. D.- Hasta donde yo he visto se trata de un trabajo de una gran calidad, en la que se han invertido medios generosos, un gran esfuerzo y un enorme talento. Y no, de momento no me da miedo, creo que va a gustar mucho a los televidentes sin defraudar a los lectores, porque, aunque se trate de dos productos distintos, el alma de la novela permanece en la serie.
M. y K.- La mejor historia está siempre por vivir. ¿Crees que nosotros los jóvenes estudiantes podremos avanzar positivamente en un futuro, teniendo en cuenta los muchos problemas que se nos acarrean tales como aumentos de precios y recortes, y de esta manera poder escribir nuestra propia historia?
M. D.- Sí, estoy convencida de que podréis avanzar hacia el futuro. Es cierto que los recortes y ajustes no acarrean nada bueno pero, con vuestro esfuerzo, trabajo y determinación, llegaréis sin duda hasta las metas que os propongáis. Creo que debemos mirar hacia el futuro con una actitud positiva y constructiva, y así lo reflejo en mi novela, con una narración que inspira un optimismo lúcido: un tributo a las segundas oportunidades, a la reconciliación con lo que dejamos atrás y al coraje para la reconstrucción tras el fracaso, la derrota o la pérdida.
M. y K.- Misión Olvido es tu nueva gran novela y de momento lleva el mismo camino que la novela anterior, el de convertirse en best seller. Este hecho, sin duda, se debe a la gran cantidad de lectores que quedaron fascinados con tu primer libro. Pero, ¿esta nueva novela tiene, más o menos, la misma temática que la primera cambiando la época y escenarios, o has decidido arriesgarte cambiando totalmente la temática y la forma narrativa incluyendo nuevas técnicas, dejando simplemente una leve firma estilística? Cabe también preguntar si te sientes satisfecha de esta novela a sabiendas de que tus lectores nos refugiamos en tu último libro a modo de escapatoria a la situación actual.
M. D.- La nueva novela es totalmente distinta en todos los sentidos. Esta vez desplazo la acción a California, a un pequeño campus universitario al norte del estado. Se trata de una historia contemporánea, pero abre paso también a algunas miradas retrospectivas hacia momentos del pasado: la España de pre-guerra, el final de los años cincuenta con la llegada de las bases americanas… Incluso hay retazos de tiempos más pretéritos aún, cuando California era todavía parte de la Nueva España y los únicos europeos en aquellas tierras eran los soldados y misioneros españoles. Y, sí, como consecuencia de la excelente acogida de los lectores, estoy muy satisfecha con este libro.
M. y K.- Por último, y como ya es costumbre con cada escritor, ¿qué le dirías a una persona o grupo para que se animara a convertir la lectura en un hábito en sus vidas?
M. D.- ¡Que no se imagina cuantísimas cosas se está perdiendo!